Ahimsa (no violencia)

¿Qué significa ahimsa? ¿Son los yamas y niyamas de Patanjali como las tablas de Moisés? ¿O son técnicas de Yoga?

La violencia es intrínseca a esta existencia. Pídele a un volcán que no sea violento, pídeselo al viento, pídeselo al mar. La violencia es sin duda algo a evitar, pero es de ingenuos pretender expulsar de forma definitiva la violencia de tu experiencia vital. La relación con la violencia en nuestra vida no se corta tan fácilmente como renunciando a ella.

No vivimos en un mundo pacífico. Es práctico pensar en positivo y vivir tu vida tranquilamente, debemos evitar regocijarnos o justificarnos en la parte dramática de la vida, pero sin engañarnos. Estudiando de dónde venimos y cómo estamos, se entiende el papel determinante de la violencia en la historia y en cada una de nuestras vidas. En este entorno, renunciar completamente a la violencia no sólo se torna difícil sino también arriesgado.

Siempre será polémico y peligroso plantearse si existe algún acto violento justificable, dado que la violencia nunca debería justificarse, y sin querer dar ni un pie de terreno a creencias fanáticas, simplemente por reflexionar sobre este tema me pregunto: ¿qué es realmente más violento? ¿Renunciar a toda violencia y hasta llegar a permitirla sobre ti, o estar dispuesto a utilizarla como muy última opción para evitar otra violencia?.

La violencia siempre es algo a evitar, creo necesario remarcarlo para que no se malinterprete el artículo. Que a la hora de practicar Yoga tampoco hay que ser violento es evidente. Siento que ahimsa tiene algo más que aportar que esa simple interpretación superficial y obvia. Las escrituras del Yoga-Sutra son concisas pero profundas y concentradas, no creo que los yamas y niyamas sean simplemente lifestyle tips. Lamentablemente el estilo de vida vende mucho, e interpretarlos de esa forma y «dar por aprendida la meditación», puede ser una engañosa tentación para los consumidores del incoherente mercado del yoga actual.

Yoga no trata de decir ¡paz y amor! y pasar a las secuencias de posturas.

El estilo de vida, la estética y la pose frivolizan el Yoga y hacen olvidar su verdadero fin.

Siento que ahimsa es una técnica de Yoga, no un mandamiento o un dogma. Si ahimsa sirve para describir parte de la actitud o mentalidad con la que tomar la práctica de meditación, entonces para mi significa suavidad, no forzar la postura y que consigas relajarte en la firmeza.

Ahimsa me invita a no respirar fuerte, a permanecer relajado y a no decirme cosas feas a través de los pensamientos de mi mente, y en caso de decírmelas, a que no me las crea. Antes o después de meditar se puede estar peleando a muerte, ¿por qué no? ¿Si luchas no tienes derecho a meditar? Cuanto más se medite, más limpia y más precisa será la lucha.

Tanto ahimsa como el resto de yamas y niyamas, no son algo para pensar mientras practicas, pensar es estropear la meditación. Si sabes conectar adecuadamente con la autoescucha, estos conceptos ya no son importantes. Si ya quedaron comprendidos, el razonamiento sobra, desconcentra. Sí es cierto que pueden usarse a modo de palabra detonante para recordarte la actitud de meditación o también a modo de mantra, objeto de samyama o sankalpa, entre otras prácticas, pero no voy por ahí. La mente para meditar cuanto más ligera esté mejor, cuanto menos contenido mejor.

Es incluso más fácil llegar al estado de Yoga sin reflexionar sobre los yamas y niyamas, que haciéndolo e implicando de esa forma a la mente y sus inevitables expectativas y engaños. Creo que observando atentamente y comprendiendo la actitud de un buen profesor cuando se pone a meditar, ya te transmite todo el conocimiento práctico de los yamas y niyamas. Sin necesidad de palabras. Esta percepción es clave en Yoga, mantenerse en ella.

Carácter como combustible espiritual

El conflicto es prácticamente inevitable desde que el momento en que naces.

Que practiques Yoga no significa que no puedas nunca equivocarte o responder de forma violenta, no significa que estés obligado a sonreír continuamente, no se trata de reprimirse y fingir ser un santo.

Mucha gente tiene una concepción equivocada del Yoga. Es común que cuando sale mi carácter, se sorprendan y me aconsejen que use el Yoga para calmarlo, ya que lo practico.

Mi carácter, si cae en la mecánica de la mente, se convierte en algo molesto y cargante, pero por otro lado es también el combustible de mi conciencia, es lo que me permite dominar mi atención y no dejarme llevar flojamente por las apetencias momentáneas de la mente, mi carácter me permite superarme en las situaciones más difíciles, me permite avanzar en el miedo. Mi carácter es mi mejor combustible espiritual. A lo mejor cada uno tenemos un combustible diferente y buscar equilibrarlo es la tarea de cada instante.

El movimiento de paz y amor y otras modas de los años 60, no pertenecen al Yoga. El Yoga es realista, y en esta vía la prioridad es el conocimiento y la liberación, lo que precisa mucha fuerza y determinación, pues el entorno puede ser un apoyo o un obstáculo para mantener la serenidad y la lucidez necesarias.

Probablemente el movimiento New Age y la moda del Yoga físico hayan hecho un flaco favor al Yoga y al conocimiento, han extendido el Yoga pero también lo han desviado y creado una importante confusión, reutilizando términos que ya tenían su significado y mezclando en muchos casos con poco rigor histórico y científico, las ciencias con fes sincréticas, superstición y culto al cuerpo.

El Yoga no es para todo el mundo, una persona supersticiosa no quiere comprender nada, lo que quiere es sostener sus creencias que a su vez sostienen su realidad. Soltar la fe y elegir la contemplación puede ser incómodo y desagradable, puesto que tener creencias ya establecidas construye una falsa sensación de seguridad, pero impide conocer, pues ya crees saber.

Creer en los chakras o en los nadis me impedirá descubrir los chakras y los nadis. Me confundirá profundamente.

El método del Yoga invita a la observación directa en cada momento. Todos los posibles engaños, errores y fantasías de la mente se tienen presentes en este método científico de observación de la realidad. Cuando dejas de tener opinión, cuando tu mente mantiene el silencio, puedes escuchar la realidad, se está expresando continuamente. La tendencia es a negarnos rotundamente a callar dentro de nuestra mente ni un solo segundo para poder escuchar y sentir esta realidad, que se está expresando en ti y en todas partes.

El panorama actual es apasionante estando la ciencia convencional cada vez más interesada y preparada para entrar en el terreno de la conciencia, terreno en el que el Yoga y la filosofía partieron hace tiempo en busca del conocimiento y de las grandes preguntas. Vuelven a acercarse dos mundos, siendo en muchos casos los médicos y psicólogos desde hace ya tiempo, los que más alumnos envían a las escuelas de Yoga.

Yoga para guerreros

Hanuman

¿Conoces la historia del Mahabharat y el Bhagavad Gita? Si Arjuna hubiera renunciado a combatir, él mismo habría muerto y su familia perdido la batalla y definitivamente su reino. Todos los héroes épicos del Yoga son guerreros: Ram, Hanuman, Krishna, Arjuna, Yudhisthira, Bheema…

El Yoga es para corazones valerosos y puros, no para quien pretenda huir y esconderse del dolor. El Yoga no es como medicarse ni como una lobotomía. La vida puede ser más intensa si se practica introspección, para lo bueno y para lo malo. Precisa coraje el mirar directamente a tu sombra, a tus miserias, a tus preocupaciones, a tus deseos y expectativas, a tus complejos, a tus miedos, a tu inexplicable existencia, a tu sufrimiento. Merece la pena pues el resultado de mirar es ver.

La agresividad debe ser dominada y utilizada para ayudar y crecer.

El Yoga no es como un fármaco para acomodar tu vida, el Yoga es la vía para encontrar tu verdad, liberarte definitivamente del sufrimiento y no volver a reencarnarte. Con este fin comenzó hace milenios la indagación del Yoga y con este fin continúa para quienes son arrojados por la intensa angustia de la incomprensión de nuestra existencia al conflicto, al sufrimiento y a la búsqueda. Yoga puede ser un arduo camino que precisa carácter y determinación.

Me he esforzado por esquivar las creencias pero he señalado el salir de la reencarnación como algo fundamental del Yoga. Un misterioso tema para un largo reflexionar, a lo mejor en otro artículo.

Ahimsa

No deben tenerse pensamientos, palabras o actos violentos, pero eso requiere de un largo trabajo de auto-observación y de no reacción, no se logra de un momento para otro simplemente pronunciando «ahimsa» y creyéndose un santo.

Ahimsa, por supuesto, pero también Satya es otro de los Yamas, ¿no?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar