Algo bonito y útil del Yoga es que, como con todo, cada uno lo interpreta de una forma y lo adapta a su momento. Esto también hará que la práctica de Yoga permanezca genuina tras las modas, influencias y olvidos.
Las palabras se quedan cortas cuando queremos transmitir un conocimiento que no está en el mundo de las formas y el tiempo. Lo importante es que las palabras puedan servirte como vehículo y puedas ver todo por ti mismo.
Las escrituras antiguas del Yoga no son sólo concisas sino que son como una semilla cargadísima de complejos mensajes. Nunca lees estas escrituras dos veces de la misma forma, siempre aprendes algo, siempre sacas un matiz totalmente nuevo.
Un término como Tapas hay quien lo aplica como Sadhana firme, otros lo viven como disciplina mental, otros como determinación, seriedad, ascetismo etc. A lo mejor todos interiormente se refieren a la misma actitud pero su forma de traducirlo y aplicarlo en el mundo de las formas y el tiempo es diferente.
Cuando el profesor de Yoga te propone técnicas como siddhasana, trataka, ujjaji o abhyasa, son otro vehículo, como las palabras. Pero el conductor eres tú, y a lo mejor mi forma de conducir no te gusta, tienes que aprender a conducir a tu forma. Por tanto, si en clase de meditación algo ahí dentro comienza a guiarte hacia la calma o hacia la autoescucha, suelta la técnica y sigue tu intuición, sigue al silencio.
El silencio es el gran maestro. En el silencio puedes por fin escuchar, puedes ver.

En la parte más física de la sesión (la práctica de asana en Hatha Yoga), ocurre exactamente lo mismo. El profesor, de acuerdo a su experiencia, tratara de que dirijas tu atención a sitios concretos de tu interior, los cuales él ni siquiera puede saber bien cuáles son. Va a tratar de que los descubras tú y que los atiendas, que los escuches.
El profesor de Yoga para realizar su labor sólo puede intentar señalar en dirección a tu Satguru (maestro interior), para que conectes con él y tú recorras el camino por ti mismo.
Interesante esplicacion del maestro interior. Confirma mi persepcion personal de la búsqueda interior……. gracias.. namasté..
Gracias Sergio por tu comentario. Un saludo maestro!