Relajación

La vida en nuestra sociedad es competitiva y estresante. Nos han educado en la prisa, las exigencias, la reacción inmediata y en el movimiento y pensamiento mecánico. Durante nuestra educación nos enseñan a ponernos al 100% de actividad física y mentalmente. Pero no nos enseñan a relajarnos, a bajar progresivamente de ese 100% al 0%. La medicina no puede tratar las causas de la ansiedad, sólo medicar para que no se sienta tanto. En tu interior estás totalmente sólo, está en tus manos y responsabilidad el mantenerte libre de ansiedad, tensión o estrés.

Con las técnicas de relajación se activa el sistema nervioso parasimpático, el cual apenas experimentamos en nuestro día a día por el ritmo y las condiciones del mismo. Podemos en unos minutos retornar a la calma, a la ligereza, a la energía y el ánimo, al silencio interior, al equilibrio, en definitiva al estado de nuestra naturaleza. La prisa y las exigencias son algo impuesto, algo que hemos tenido que aceptar y que finalmente nos hemos creído. La actitud acelerada y reactiva mantiene a la mente en un estado de dispersión y violentos movimientos que son incompatibles con la relajación.

Al igual que la meditación, la relajación te va acercando a un estado en el que las funciones fisiológicas, mentales y emocionales reducen su actividad al mínimo.

Es común que las prácticas de Yoga finalicen con la relajación. Savasana es la poderosa postura para la práctica de relajación. Postura de cadáver, se practica soltando todo el peso sobre el suelo, entregando el cuerpo totalmente muerto.

Apaga la luz y tápate bien.

Es ideal para el cierre de la sesión, tras fortalecer y estirar, continuar la escucha al cuerpo, ahora en reposo, neutro, ni estira ni hace fuerza, una oportunidad ideal para terminar de disolver las tensiones. Es el momento de recoger la siembra y asimilar los beneficios de toda la práctica.

Cuerpo totalmente suelto, pero no se suelta la atención. Se trata de una relajación consciente, no hay que dormirse ni dejarse llevar por los pensamientos. Recorre tu cuerpo lentamente con tu atención, sintiéndolo, permitiendo a cada parte que se exprese. Al hacer conscientes las tensiones y sentirlas observarás como van soltando, simplemente por atenderlas.

También hay relajaciones más largas que abarcan incluso una sesión completa, el Yoga Nidra es el Yoga de la relajación.

La relajación tiene un potencial enorme para liberar tensiones físicas, reducir la actividad mental y para desbloquear emociones o impresiones del subconsciente e inconsciente, ayudando a emerger, entender y superar residuos emocionales reprimidos. La relajación limpia emocionalmente. Algunas veces se me han caído lágrimas practicando relajación, incluso a chorros. No ocurre muy a menudo pero puede suceder. Es limpieza.

Comparto una relajación guiada más sencilla y más corta que una Yoga Nidra, pero con un buen trabajo de conciencia y también a nivel energético y mental. Concédete 20 minutos de desconexión y relax. ¡Espero que lo disfrutéis!

Practicamos sobre una esterilla la postura de cadáver, savasana, y con los ojos cerrados, déjate llevar por las instrucciones y la música.

No dejamos la cabeza a un lado, ni tampoco la dejamos hacia atrás estirando la garganta. En todo caso, haremos lo contrario: llevaremos la barbilla hacia la garganta estirando la nuca cómodamente con la cabeza bien apoyada en la esterilla.

Abrígate, tápate bien con una manta, es importante (la temperatura del cuerpo baja de golpe en el estado de relajación) y evita almohadas o apoyos a no ser que sean estrictamente necesarios.

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