Desde la más temprana infancia comencé a hacerme preguntas trascendentales y por tanto a complicarme la vida. No saber cuál es la razón por la que existes es una situación difícilmente ingnorable para algunas personas. No soportaba mi ignorancia y no encontraba respuestas válidas. Llegó por fin una pequeña esperanza gracias a las primeras lecciones de filosofía en el bachillerato, atravesaba una edad difícil pero esto fue indudablemente mi primera pista. El sufrimiento que provocan estas inquietudes me empujó de forma imparable hacia el Yoga, y así comencé a practicar en 2008 a la edad de 19 años con Inaxio Fernández Delgado. Pasaron unos años hasta enero de 2016 cuando impartí mis primeras clases y en 2017 entre a formar parte del equipo de la escuela Alba Yoga junto a mi maestro Inaxio.
Desde el primer momento supe que era esto lo que estaba buscando. Descubrí en la meditación un método para la liberación de patrones y creencias. En el silencio, más allá de mis pensamientos, descubrí quien era realmente yo. En el estado de Yoga descubrí el camino interior al conocimiento.
Sigo siendo un ignorante pero esa inquietud parece haber encontrado su asiento, no puedo descifrar la verdad pero suelo sentarme a mirar hacia ella. Todo tiene un porqué y lo sabré en su debido momento.
Cada sesión de Yoga es una mirada sincera hacia mi. Una atenta observación del cuerpo, de la mente, de mis sentimientos y emociones desde mi SER. Y vuelvo a empezar de cero y siento recuperar el cien.
El Yoga es una manera de poner en práctica la filosofía, llevarla a su punto original antes de que se convierta en palabras, sumergirte en el mundo de las ideas. Puedes reflexionar sobre la existencia o puedes directamente sentirla. Sólo sé que no sé nada, pero creo que sin filosofía estaría perdido. Encuentro en ella un refugio, un consuelo y un sueño. Son tiempos duros para la filosofía, son tiempos duros para el Yoga real, son buenos tiempos para el yoga comercial.
Me siento muy afortunado de haber accedido a este conocimiento, que hubo un día que fue secreto, y que hoy está disponible para prácticamente toda la humanidad, por ello eterno agradecimiento incluso amor a todas las personas que han compartido lo que descubrieron en su interior ya sean yogis, científicos, filósofos, místicos, escritores o artistas (y también a los traductores).
Tanta complicación y resulta que no somos más que un mamífero, pero un mamífero muy especial.
También me entusiasma la parte física del Yoga, trabajar el control del cuerpo, el movimiento consciente y preciso y disolver las tensiones. Es una faceta imprescindible debido al estilo de vida sedentario de hoy en día y al estado de desconexión con nuestro cuerpo.
Con el Yoga puedes lograr cambios en el exterior y en el interior, y más allá de ambos estás tú, armonizándolos.
